(Texto adaptado del artículo de Begoña Gros e Ingrid
Noguera)
La sociedad del conocimiento trae consigo una serie de
cambios que llegan con una inusitada rapidez.
En este contexto, numerosos estudios retrospectivos intentan delinear hacia dónde debe dirigirse
la educación (Mayes, T et al. 2009; Redecker et al. 2010; Sharples, Mike, et
al. 2012; Sinay y Yashkina 2012), todos ellos coinciden en los principales
retos del futuro.
Es insoslayable la premisa de que los avances de las
tecnologías digitales tienen un gran impacto en la educación, las últimas
investigaciones en torno a esta temática (Redecker, 2010) indican que el uso de
internet y los medios sociales crece de manera desproporcional, tomando una
considerable ventaja respecto al desarrollo
de la educación formal, que no logra adecuarse y apropiarse de los beneficios
de las TIC.
Redecker et al. (2010) manifiesta que los medios de
comunicación social ofrecen oportunidades
que tienen estrecha relación con las políticas de educación y formación
europeas para el horizonte 2020 y que pueden sintetizarse en: mejorar la
innovación y la creatividad, mejorar la calidad y la eficacia de las
herramientas y los resultados de aprendizaje, hacer realidad el aprendizaje
permanente y la movilidad de los aprendices, y promover la equidad y la
ciudadanía activa. En esta dirección,
los desafíos para el uso de los medios sociales en educación tienen relación
con el acceso a las TIC, el desarrollo de competencia digital, atención a las
necesidades especiales, habilidades pedagógicas, entre otras, unidas a cambios
institucionales pertinentes.
Para el citado autor la formación está relacionado con tres
aspectos esenciales: personalización,
colaboración y el aprendizaje a lo largo de la vida. De
esta manera el aprendizaje social debe ser fruto de la colaboración entre
comunidad educativa y de la sociedad en su conjunto, sin exclusiones,
promoviendo el libre intercambio de conocimientos. Por tanto, la información
transformará a las escuelas en centros de aprendizajes que brinden
orientación y apoyo al alumno, estableciendo itinerarios de aprendizaje
personalizados que respondan a sus necesidades específicas.
Las tecnologías favorecerán el aprendizaje, en tanto, se
utilicen con una perspectiva constructivista a través de experiencias que
tengan como elementos centrales: la
interacción social, la participación
activa y los entornos complejos.
Ventajas dela tecnología:
- Personalización: el aprendizaje estandarizado es un modelo incompatible con las nuevas exigencias de un mundo globalizado.
- Sistema de aprendizaje “just in time” sustituyendo al modelo tradicional “just-in-case”. Por tanto los centros de enseñanza deben pasar de un enfoque basado en el contenido a un enfoque centrado en las habilidades del aprendizaje.
- Aprendizaje independiente y autónomo, existen numerosos recursos para adquirir conocimientos (videos, cursos online, simulaciones, juegos, etc.) que facilitan el conocimiento autónomo y gestión de los propios avances.
Tendencias metodológicas
En cuanto al análisis de las metodologías del aprendizaje es
interesante conocer el informe publicado por Fundación telefónica (2012) que
intenta definir los futuros escenarios pedagógicos.
En dicho informe se identifican tres escenarios:
El aprendizaje
estimulante: promueve el aprendizaje
de contenidos curriculares a través del uso de las tecnologías fuera del
entorno formal. El objetivo es diseñar entornos de aprendizaje que favorezcan
la motivación y la experimentación en primera persona. De esta manera el aprendizaje estimulante
utiliza el desafío como modelo pedagógico. La utilización de los videojuegos o
las simulaciones, son un ejemplo claro de este escenario.
El aprendizaje
colaborativo: busca generar situaciones que promuevan la necesidad de
compartir y colaborar. De esta manera, la formación no solo se centra en los
contenidos, sino también en las competencias. Las competencias sociales y
comunicativas adquieren un rol preponderante en este escenario.
El aprendizaje
personalizador: responde a modelos de formación que buscan adaptar el
aprendizaje a las necesidades individuales en un contexto educativo amplio y con la participación de múltiples agentes,
quienes se agrupan bajo distintos entornos (en función de sus valores o
principios pedagógicos compartidos). Dichos entornos, lo conforman entidades educativas que
representan un nodo de la red global de educación proporcionando contenidos y
apoyo al proceso formativo.
Otro informe sobre metodologías innovadoras del aprendizaje
realizado por Sharples, M et al. (2012) destaca que existen cambios importantes
en la manera de producir contenidos, en la manera de enfocar el aprendizaje, en
las formas de acceder a los cursos y en las formas de acreditar el aprendizaje.
La personalización, la colaboración y el aprendizaje a lo
largo de la vida se alzan como elementos claves del proceso formativo, surge
entonces la necesidad de implicar a los
estudiantes en la producción del conocimiento, además de introducir importantes
cambios en las formas de evaluación de los mismos.
En esta misma dirección y con el fin de garantizar las
experiencias participativas de los estudiantes Luckin et al. (2010) desarrolla
el modelo Learning Generated Context que busca aumentar la democracia educativa, a
través de la creación y publicación de materiales y contenidos generados por
los propios alumnos, todo, combinado con la gran cantidad de contenidos
abiertos que ofrecen las herramientas TIC.
Tendencias tecno-pedagócicas
El New Media
Consortium impulsa el 2002, el
proyecto NMC’s Horizon Projet que
busca identificar y describir las tecnologías emergentes que pueden tener un
impacto significativo en la docencia, aprendizaje o la extensión creativa en la
educación superior. Es así como en 2004 publica el primer Horizon Report que agrupa
las tecnologías emergentes bajo tres horizontes temporales: un año o menos,
entre dos y tres años, y entre cuatro y cinco años.
Las principales conclusiones de este informe apuntan a que
las tecnologías emergentes relacionadas con aspectos sociales, de apertura de
conocimiento y móvil anunciadas en el horizonte “cuatro o cinco años” han
evolucionado con inusitada rapidez, y han logrado posicionarse como base del
presente en la educación superior.
Paralelamente las tecnologías
asociadas a mundos virtuales y libros electrónicos han quedado en atrás frente
a las tecnologías emergentes inteligentes (computación sensible, computación
basada en gestos e internet de las
cosas). De esta manera, el futuro de la educación superior seguirá siendo colaborativo, abierto y móvil.
Finalmente se pronostica que en 2016 y 2017 el aprendizaje se centrará y
trabajará a la par con los videojuegos, la geolocalización, los entornos
personales del aprendizaje y la continuación de la computación a través de
tabletas.
En cuanto a los retos y tendencias pedagógicas los informes
Horizont proporcionan abundante información.
Tras analizar las tendencias pedagógicas en Norte América (2004-2012) e
Iberoamérica (2010,2012) los resultados son elocuentes y reiteran otras
tendencias como la personalización del aprendizaje, la alfabetización
informacional de los estudiantes, los
métodos de evaluación de la publicación científica, la distancia entre
profesores y estudiantes respecto a las tecnologías, la importancia de los
juegos en la educación y la creciente importancia del aprendizaje en línea,
basado en retos y activo (Begoña Gros).
Según lo expuesto y tras el análisis de los retos propuestos
en los sucesivos informes Horizont se desprende que los desafíos futuros en
materia educativa apuntan a la alfabetización digital de estudiantes y
profesores, a la evaluación de la difusión científica y liderazgo de la misma,
donde cobra importancia la propiedad intelectual, el auge de prácticas exitosas
con las tecnologías emergentes, la interacción y evaluación colaborativa, la
adaptación de la educación superior a la tecnología móvil y los métodos de
enseñanza.
A modo de síntesis, la falta de integración de las
tecnologías digitales en la formación se relaciona con una fuerte necesidad de
cambio en las orientaciones pedagógicas. Las tecnologías digitales no deben ser
utilizadas como una mera herramienta para alcanzar un determinado aprendizaje,
sino como un medio que favorece el desarrollo del mismo y que opera en un
contexto que modifica las formas de aprender y adquirir competencias.
Es necesario conocer todos los cambios que están sucediendo en el entorno educativo en cuanto a la forma de enseñar y la forma de aprender. Las tecnologías digitales permiten acceder a los contenidos en cualquier lugar y a en cualquier momento, de esta manera, asistimos al nacimiento de nuevos estilos educativos que centran su atención en el estudiante como individuo y colectivo, y que logran atender a necesidades específicas y diferenciadas. El uso de las tecnologías no solo permite enriquecer los contenidos, sino además fomenta el aprendizaje autónomo, colaborativo y el aprendizaje a lo largo de la vida, elementos claves no para la educación del futuro, sino para la educación del presente inmediato.
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